miércoles, diciembre 21, 2005


Guarda silencio por un momento por favor. Sí, ahora mismo yo soy el que controla tu ahora microscópica existencia. Creo que antes de que te mate, te interesará que te otorgue mi propia y sincera extremahunción.

Dicen que matar es lo peor. A veces la cultura popular me abruma. Enunciando esas "leyes" en las que nos definimos como seres éticos y morales nos sumerjemos generación tras otra en la convicción de que nuestro papel es inocente. La moral és el código del conformista.

Vivimos sobre el cementerio de nuestros abuelos. Desde Marx a Hitler, desde ése que colocó una piedra sobre otra hasta el último de los mendigos. Vestimos ropas bordadas por pobres, alimentamos las guerras de los ricos. No denuncio nuestra naturaleza de marionetas de una sociedad dominada por un puñado de corbatas. Sencillamente estoy aquí y me apetece burlarme de nuestra naturaleza. No busqueis quien soy. Sal a la calle y agarra del hombro a esa anciana que pasea a su escuálido perro. Ahí me tienes. Mira fijamente a tu padre, y ahí estoy. Estas palabras no tienen dueño, pero són expresadas. Me encantan las paradojas.

Actuamos bajo miles y miles de influencias, una espiral que pasa delante de nuestra mente como un tren que no tiene parada. Un viaje eterno, pero con paisaje.

Solo tenemos tres cosas. Carne, que ya direis para que nos sirve, recepción de datos, y una imperfecta interpretación de ellos. No hablo del aspecto más puramente estricto de nuestra naturaleza, hablo de como ello se traduce en el mundo. Una palabra allí puede ser un crimen allá. El espacio es un campo de minas que deforman la verdad. Y, si fuera poco, ese espacio está habitado por Carne, percepción de datos e interpretación de ellos. Es la dictadura de nuestras jodidas y propias entrañas. Apuntamos con el dedo e inmortalizamos cosas tales como todo lo que "esta bien" y "esta mal". Pero existe una cosa que sí nos hace bien.

Creer en esas cosas y traducirlas en bienestar.

Carai que mal he hecho abandonando a esa persona. ¿Pero, y la libertad de la que gozo ahora? ¡No pasa nada, nadie me va a culpar!Somos hijos de un mismo código, datos codificados que nuestro precario poder de excelencia de vida traduce en "bien" y "mal". ¿Menudo asco verdad?Pero, bueno, ¿pórque cambiarlo todo? Contradicción, paradoja. Hacemos mal o bien segun una ley cambiante y apestosamente insostenible, pero si cumples con ese atentado, irás bien por la vida. La verdad tanto como la mentira, el cariño con el dolor, el beso y el asesinato, no son extremos que diferencian a un ser y otro, todos forman parte de un saco que se funde y confunde, y nos hace crear esa falsa ética. Si dejas vivir a alguien, ese morirá otro día. Y tú seguirás siendo el mismo pase lo que pase, pues el Mundo habrá dictado sentencia a ese desgraciado, pero, mira por donde, a tí aun no.

No penseis en todo esto, solo son palabras de un tío que interpreta seguramente mal, porque así funciona, parte de nuestra existencia. Si sentís que tengo razón, ni caso. Si no estais de acuerdo, ni puto caso. La vida ya nos engaña bastante.

Que cabrón el Mundo, eh? Te ha dictado sentencia y pareces de mi edad.

No hay comentarios: