La Cripta
Perdimos nuestros yelmos,
Quebramos nuestras armas,
La luz en la cripta hasta que la desempolvemos,
amamos sus almas.
Estamos de rodillas mirando el infierno,
desprendiendo sangre de nuestros cabritos,
para siempre como el invierno,
siempre buscaremos ser los mitos.
Pero el magma ha estallado sin cesar,
hemos cortado esos hilos,
hemos respondido a nuestro pesar
y hemos creido en nuestros hijos.
La cripta inmortaliza el dolor,
pero ahora hemos e surcar el río,
respiraremos el aire muerto con sopor
y conviviremos con ese frío.
Se acabó el vivir sin ser.
Gritaré con todo el vómito,
alumbraré la dulzura del pastel
y esculpiré con mis dientes un acólito.
La cripta vivirá en mis entrañas,
pero sonreiré teniendo fe,
fe en el oro que yo y todos tenemos sin ser cosas extrañas,
sufriendo pero viviendo mes a mes.
Miro al cielo ya ahora brillo,
estando herido solo veia piedra,
pues inclinado pierdo todo el brío,
pero de pie marcaré una era.
Seré como todos los demás,
pero seré un ser amado por este mundo,
porque tengo a todos los heroes por detrás,
y siendo yo nada será taciturno.
Lloro pensando que la cripta es de diamante,
nada la podrá destruir,
pero ahora mi ego ha de ser como un elefante,
sabio y fuerte hasta morir.
Bienvenidos seamos,
en los que me incluyo a mí,
viajaré entre mil páramos,
pero para siempre amandote a tí.
Gracias.
Te quiero.
