miércoles, diciembre 14, 2005


Sencillamente, cuando verlas
Persiguiendo a Amy, de Kevin Smith(1997): Cuando no entiendas porqué el amor es tan complicado pero a la vez tan motivante.
Uno de los nuestros, de Martin Scorsese(1990): Cuando te preguntes porqué la ley siembra tantos delincuentes.
La chaqueta metalica, de Stanley Kubrick(1987): Cuando desesperes pensando como personas nada especiales participan en guerras desgarrando a la historia.
Old Boy, de Park Chan Wook(2003): Cuando te preguntes si esa sensación que sientes es en realidad odio.
Million Dollar Baby, de Clint Eastwood(2004): Cuando temas que una desgracia puede romper tus sueños ya logrados.
Ciudad de Dios, de Fernando Mereilles (2002): Cuando quieras brindar reafirmando que, por suerte y por desgracia, hay mucha más gente más desgraciada que tú.
El club de la Lucha, de David Fincher (1999): Cuando estés tan cabreado con el mundo y te quieras sentir como un pequeño heroe por crecer.
Pulp Fiction, de Quentin Tarantino (1994): Cuando te preguntes si existen límites.
Una noche en la opera, de Sam Wood y los hermanos Marx (1935): Cuando desees olvidar todo por hora y media.
2001, una Odisea en el espacio, de Stanley Kubrick (1968): Cuando mires al suelo, al vacio, a esa persona, cuando huelas, cuando toques...
El Padrino, de Francis Ford Coppola (1972): Cuando quieras conocer a gente que no vas a conocer jamás.
Lost in Traslation, de Sofia Coppola(2003): Cuando quieras ver de verdad que el amor no tiene medida, normas, final, principio...
El Señor de los Anillos, el retorno del rey, de Peter Jackson (2003): Cuando la épica resuene en tu corazón.
Buscando a Nemo, de Andrew Stanton -Pixar- (2003): Cuando quieras ver de manera resumida en dos horas y en lenguaje sencillo las facultades del comportamiento humano.
Seven, de David Fincher(1995): Cuando dudes de la psicosis, cuando desees observar como se encarna la Parca en 70 kilos de carne.
Barton Fink, de Joel Coen(1991): Cuando veas en la imaginación una gran aliada.
La lista de Schindler, de Steven Spielberg (1993): Cuando desees desesperadamente justificar que, en definitiva, no eres tan malvado.
American History X, de Tony Kaye (1998): Cuando creas que arrepentirse muchas veces llega tarde.
American Beauty, de Sam Mendes (1999): Cuando te preguntes si de verdad la locura está al alcance de todos, o viceversa.
Sospechosos habituales, de Brian Singer (1995): Cuando quieras poner a prueba tu capacidad de desconfianza.
El Rey León, de Rob Minkoff -Disney- (1994): Cuando quieras vivir en un conjunto el lado oscuro de la vida.
Akira, de Katshugiro Otomo (1988): Cuando sientas que la ciencia y la guerra son dioses engendrados por el hombre.
El Silencio de los Corderos, de Jonathan Demme (1991): Cuando la faceta más macabra del ser humano te llame.
La Bella y la Bestia, de Gary Trousdale -disney- (1991): Cuando te preguntes si el físico lo és todo.
Salvar al Soldado Ryan, de Steven Spielberg (1998): Cuando quieras vivir de cerca en el infierno.
El Pianista, de Roman Polanski (2002): Cuando quieras sobrevivir en el infierno.
Snatch, cerdos y diamantes, de Guy Ritchie (2000): Cuando te rías de la vida.
L.A. Confidential, de Curtis Hanson (1997): Cuando sientas que el pasado es una canción triste.
Forrest Gump, de Robert Zemeckis (1994): Cuando dudes de nuestro poder como seres vivos.
Eduardo Manostijeras, de Tim Burton (1990): Cuando confíes en que la belleza esta en lo que vivimos y no tanto en lo que vemos.
Reservoir Dogs, de Quentin Tarantino (1992): Cuando quieras limar distancias entre tú y el gangster.
La guerra de las Galaxias, de George Lucas (1979): Cuando desees comprobar que el marco físico es solo un objeto ante la naturaleza humana.
Los caballeros de la mesa cuadrada, de los Monthy Python (1974): Cuando desees establecer entre tú y la pantalla un universo uníco de farsa y risa.
La naranja mecánica, de Stanley Kubrick (1971): Cuando sientas piedad por todo el mundo.
El gran Dictador, de Charles Chaplin (1940): Cuando confíes en que la historia tambien sirve para reirnos de nosotros mismos.
Mallrats, de Kevin Smith (1996): Cuando te preguntes si de verdad la vida es tan distinta tanto aquí como a miles de kilometros, carcajadas entre ellos.
Trainspotting, de Danny Boyle (1996): Cuando sientas lástima por como nos autodestruimos.
Romeo y Julieta, de Baz Luhrmann (1996): Cuando desees conjugar belleza visual y literaria en estado puro.
Indiana Jones en Busca del Arca perdida, de Steven Spielberg (1980): Cuando te sientas aventurero.
Terminator II, de James Cameron (1991): Cuando tengas dos horas y las quieras invertir en acción cinematográfica.
Clerks, de Kevin Smith (1994): Cuando desees comprimir la vida media de un adolescente.
He aqui una muestra e las peliculas mas importantes de mi vida. A riesgo de haber obviado miles, plasmo aquí mi promesa de publicar las restantes.
Hasta pronto.

3 comentarios:

RaKeLuKy dijo...

Y Kill Bill? Por dios... Y Moulin Rouge? Por dios... Que se que te gustan eh! xDD

David dijo...

MUERTE A MOULIN ROUGE!!!! CASI TIRO EL DVD POR LA VENTANA CUANDO LA VI EMPEZAR! MUAHAHAHAHAHAHAHA! xDDDDD

Totti_Rosa dijo...

Y tanto, incluso me encantan y me cautivaron en su momento.

Moulin Rouge: Para cuando quieras ver el amor más frecuente en un gran espectáculo.

Kill Bill I/II: Para regocijarse con nuestra amiga menos reconocida venganza.