Frío, casi helado. La niña posaba su tez de angelical tratado en el cristal que formaba la ventana de una de sus muchas habitaciones. Detrás de ella se encontraban innumerables tesoros que cualquier otra joven desearía en tres vidas: Muñecas, libros, joyas y demás formaban la fauna inmortal del cuarto que acojía a la muchacha, que pensaba sin cesar sobre dichos objetos no sin plantearse un insistente, casi obsesivo dilema.
Quizá detrás de todo deseo está la ilusión. Pero no la ilusión en la forma de norma que nos auto imponemos para poder motivarnos y luchar por esos ciertos deseos. Quizá esa ilusión es mucho más importante que poseer esos deseos, pues sin ella jamás disfrutarás de ellos. Pero, en todo caso, ¿Que crea y destruye esa ilusión, que hace que esa niña mire sin observar a través del ventanal de su Palacio personal? Y he aquí el dilema.
¿Si no desea usar nunca los objetos tan valiosos a los ojos de un comerciante del juguete, debería deshacerse de ellos y hacer realidad otros deseos mediante la imperante ilusión? ¿O quizá debería conformarse con todos ellos y aprender a valorar lo que un día tanto amamos mediante la otra vez implacable Ilusión?
La niña imaginaba cuantas crías como ella matarían por una sola de sus muñecas. Sin ánimo de ser vanidosa, la muchacha no sintió ninguna pena por ellas.
Mientras tanto, del cielo descendían lo que parecían unas esferas brillantes...
LSTNNG narra la historia de miles de historias mientras suena la música. Sólo en El Bastión de la Pluma Blanca.
Cat Like Thief
No hay comentarios:
Publicar un comentario