miércoles, abril 20, 2005

La Carne que se cree la pangea de todas las almas.

El ente administrativo representante de uno de los cleros mas generalizados del mundo, el Cristianismo, demoninado como La Iglésia Católica, acaba de fallar, bajo un sistema dictatorial y obsoleto, en favor de un representante que, indistintamente de los ideales que ocupe dentro de los limitados marcos que el Dogma cristiano permite, no es otra mera forma de caer en una falacia moral y personal milenaria.

Que se pretende elevando a tanto grado moral a un habitante de nuestro mundo, a una celula de la Humanidad? Si bien es muy pernicioso para el poder del ser humano el hecho de hipotecar nuestra mente en pos de una fe basada en una serie de testamentos adulterados por la historia, el hecho de viscerar una adoración basada en la ilógica resultante de limitar nuestro poder teorico y sentimental es poco menos que Apocalíptico.

Por que no ser fiel a uno mismo es no ser fiel a la eternidad que se nos concede. En nuestro corazón bien cabe que Dios, Jesucristo, Alá, Buda, Shiva o muchos mas tipos de creencias, en la cual sincero mi condición de agnóstico, pero no cabe burocratizar o institucionalizar un poder tan potencial como es la mente y el corazón. Tambien aprobecho para expresar mi gran convicción de que cada persona hace consigo misma lo que desee. Pero no puede permitirse tal limitación de nuestro gran poder.

Una persona, una, no solo la que nos ocupa, sino también otros líderes espirituales, responden a voluntades y normativas antiquisimas caidas en lo obsoleto para adjudicarse millones de concesiones sentimentales por parte de creyentes y fieles.

¿Que ocurre cuando se concentra mucha energia en un punto de tamaño inversamente proporcional?

Estamos hablando de miles de corazones concentrados en uno solo.

No me veo con derecho de expresar más.

Solo desear suerte a la persona que nos ocupa.

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