viernes, enero 20, 2006
lunes, enero 16, 2006
jueves, enero 12, 2006

Deseo estar tullido.
Tengo ganas de conseguir todo el oro del mundo, fundirlo y cubrir con él todo el asfalto.
Coger a un par de niños y atarlos en la baranda de un puente y que griten algo que no sea el llamar a sus progenitores.
Deseo inhalar ese aire residual procedente de las chimeneas de alguna fábrica de algun póligono crea-suburbios.
Deseo cantar sin sentido.
Deseo comprar veinte gramos de cocaína y dárselos al chico más guapo del barrio más rico.
Deseo pintar el mejor cuadro de nuestra era y atravesarlo de un puñetazo.
Coger del cuello al hombre más desmotivador y recitarle el mundo que ha creado en modo de poesía.
Trabajar en el peor trabajo y ser el más listo pero el más maltratado.
Cobrar en insultos.
Recibir un buen golpe en el pómulo, el derecho a poder ser.
Ir al campo y labrar el campo más grande del país.
Gritar hasta que el eco me pida que pare.
Deseo caminar sobre los cadáveres de los desamparados.
Imagino un lugar donde los delfines poseen un mar entre nosotros.
Un lugar donde los deudores están de charla con sus amigos.
Sin relojes.
Donde los artistas salen y construyen un edificio para compartir.
Y los niños escriben libros, pautas de sus hermanos.
Donde los numeros no van acompañados por un simbolo diseñado por un contemporáneo.
Donde todos recogemos arroz y caminamos.
Donde el aire sea tangible.
Deseo una llúvia de benzeno.
Deseo combustiones azarosas.
Cantar una bella canción.
Improvisada, por supuesto.
martes, enero 10, 2006
miércoles, enero 04, 2006
sábado, diciembre 31, 2005
miércoles, diciembre 28, 2005
domingo, diciembre 25, 2005
miércoles, diciembre 21, 2005

Guarda silencio por un momento por favor. Sí, ahora mismo yo soy el que controla tu ahora microscópica existencia. Creo que antes de que te mate, te interesará que te otorgue mi propia y sincera extremahunción.
Dicen que matar es lo peor. A veces la cultura popular me abruma. Enunciando esas "leyes" en las que nos definimos como seres éticos y morales nos sumerjemos generación tras otra en la convicción de que nuestro papel es inocente. La moral és el código del conformista.
Vivimos sobre el cementerio de nuestros abuelos. Desde Marx a Hitler, desde ése que colocó una piedra sobre otra hasta el último de los mendigos. Vestimos ropas bordadas por pobres, alimentamos las guerras de los ricos. No denuncio nuestra naturaleza de marionetas de una sociedad dominada por un puñado de corbatas. Sencillamente estoy aquí y me apetece burlarme de nuestra naturaleza. No busqueis quien soy. Sal a la calle y agarra del hombro a esa anciana que pasea a su escuálido perro. Ahí me tienes. Mira fijamente a tu padre, y ahí estoy. Estas palabras no tienen dueño, pero són expresadas. Me encantan las paradojas.
Actuamos bajo miles y miles de influencias, una espiral que pasa delante de nuestra mente como un tren que no tiene parada. Un viaje eterno, pero con paisaje.
Solo tenemos tres cosas. Carne, que ya direis para que nos sirve, recepción de datos, y una imperfecta interpretación de ellos. No hablo del aspecto más puramente estricto de nuestra naturaleza, hablo de como ello se traduce en el mundo. Una palabra allí puede ser un crimen allá. El espacio es un campo de minas que deforman la verdad. Y, si fuera poco, ese espacio está habitado por Carne, percepción de datos e interpretación de ellos. Es la dictadura de nuestras jodidas y propias entrañas. Apuntamos con el dedo e inmortalizamos cosas tales como todo lo que "esta bien" y "esta mal". Pero existe una cosa que sí nos hace bien.
Creer en esas cosas y traducirlas en bienestar.
Carai que mal he hecho abandonando a esa persona. ¿Pero, y la libertad de la que gozo ahora? ¡No pasa nada, nadie me va a culpar!Somos hijos de un mismo código, datos codificados que nuestro precario poder de excelencia de vida traduce en "bien" y "mal". ¿Menudo asco verdad?Pero, bueno, ¿pórque cambiarlo todo? Contradicción, paradoja. Hacemos mal o bien segun una ley cambiante y apestosamente insostenible, pero si cumples con ese atentado, irás bien por la vida. La verdad tanto como la mentira, el cariño con el dolor, el beso y el asesinato, no son extremos que diferencian a un ser y otro, todos forman parte de un saco que se funde y confunde, y nos hace crear esa falsa ética. Si dejas vivir a alguien, ese morirá otro día. Y tú seguirás siendo el mismo pase lo que pase, pues el Mundo habrá dictado sentencia a ese desgraciado, pero, mira por donde, a tí aun no.
No penseis en todo esto, solo son palabras de un tío que interpreta seguramente mal, porque así funciona, parte de nuestra existencia. Si sentís que tengo razón, ni caso. Si no estais de acuerdo, ni puto caso. La vida ya nos engaña bastante.
Que cabrón el Mundo, eh? Te ha dictado sentencia y pareces de mi edad.
miércoles, diciembre 14, 2005

Nació con huesos de diamante.
Pactó con él llegar al Mundo con tal maravilla.
En el camino hacia el encuentro con Vida, decidió prescindir de eso.
No importaba, así ya podia serlo.
Nada le dentendría.
Sería el Redentor de todo aquél que se sometiera bajo su existencia.
Una existencia que corrompe a la naturaleza.
Una existencia que enriquecería al Mesías de la Civilización Humana.
Guerra.
Muerte.
Odio.
Miedo.
La comadrona expiró con esfuerzo al levantar al bebé.
Pesaba como la pena.
Como la tristeza.
Como el recuerdo.
De ahí su nombre.
Días.
Semanas.
Meses.
Años.
De aspecto grotesco, con una mirada desalentadora, ese quien iba a ser la plaga mas mortal forjó su espada con los huesos del amor de sus padres.
Huesos fuertes y expertos de un padre.
Huesos finos y cariñosos de una madre.
Jamás los sintió como una familia. Él no eligió vivir con ellos.Pero llevaban su misma sangre. Sangre que tiñió su arma.
Sangre que iba a penetrar en sus enemigos y los corrompería hasta la muerte.
Un muerto.
Dos muertos.
Mil muertos.
El Capataz del Final.
El Pueblo es el ente bautismal de las leyendas.
Pero esta leyenda jamás moriría.
El acero se dobla ante el choque contra sus huesos.
El fuego quema la piel, pero el interior perdura.
Días.
Semanas.
Meses.
Años.
Los jirones de carne perdidos en batalla dibujaban la imagen del infierno.
El Capataz del Final conservaba parte del elemento mortal.
Pero el interior jamás moriría.
Conservaba media faz.
El torso yacía desgarrado.
Lo mejor de haber vivido hechos tan increibles como el impacto de una enorme roca es conservar las señales. Nadie puede, pero el caminaba con las venas haciendo de péndulo. Un reloj del sufrimiento ajeno.
Dias.
Semanas.
Meses.
Años.
No entendia varias cosas despues del primer beso que le dio.
No comprendía ese sentimiento que le hacia sonreir al verla.
Se preguntaba porque ella se acercó a conocerle.
A abrazarle.
A hablarle.
A hacer el amor con él.
Por primera vez en su vida, no deseaba matar a una persona.
El perdon del que no tiene piedad es el Bien Absoluto.
Los dias pasaban.
Y ella seguia despertandose a su lado
Las semanas pasaban.
Y ella seguía susurrandole cosas bonitas en el oido.
Los meses pasaban.
Y el pequeño bebé no accedió a existir.
Muerte. No vida.
Dolor, el guerrero de huesos de diamante y cuerpo mutilado sentía dolor.
Conoció a la Muerte.
El miedo.
La impotencia.
Se sintió mucho más débil que la Madre Vida.
El es implacable ante ella, pero no sus primeros sentimientos.
Su hijo que ni ha llegado a nacer.
Su amada.
Sus sentimientos.
Los años cobraban sentido.
El tiempo renacía en el como una maldición.
Como lo que és.
El camino a la Muerte.
No.
Jamás lo permitiría.
Miraba durante largo rato los ojos de su amada.
Años.
La casa de todos se tornó el cementerio.
El Capataz del Final acababa su labor.
Sus huesos brillaban.
Su enamorada se apagaba.
No podía más.
El Dolor seguía ahí.
Mataba a un campesino, el dolor miraba.
Degollaba un soldado, el dolor se regocijaba.
Empalaba un cura, y el dolor anunciaba su inmortalidad.
Ella moriría.
El perduraría.
Sería Dios.
Una tarde, ellos descansaban.
El se reincorporó y miró a su bella dama.
La acarició.
Y al lado el dolor la besaba.
Darle su don.
Ella sería la Diosa.
La emperatriz de la existencia.
No le costó mucho arrancarse el esternón. El podía, sin saber como, arrancarse sus valiosos e irrompibles huesos.
Mordisqueó los ultimos jirones de carne que se conservaban en el hueso.
Observó a la mujer y sintió que ahí empezaba a existir.
Que la Vida es dar vida.
No hizo falta mucha fuerza para atravesarle la cabeza a su amada con el hueso.
Ya esta, esta es la primera pieza de su nuevo poder.
Iba a ser inmortal.
El moría.
Cuando se dió cuenta, se hallaba volando con ella.
Todo era mejor. El viaje iba a ser eterno, y ellos siempre estarían juntos.
Nació con huesos de diamante.
Y le llamaron Alma.
jueves, noviembre 17, 2005
domingo, noviembre 06, 2005

miércoles, septiembre 14, 2005

viernes, agosto 26, 2005
martes, agosto 16, 2005
